I: Reflexiones previas: El imperativo de la integraciónII: Se esfuman las ideologíasIII: Las comunicaciones desdibujan las fronterasIV: La evidente garra de la injusticiaV: La descomposición moralVI: Unos pocos datos desnudan la situaciónVII: Una nación desintegradaVIII: Integrarse es el único caminoIX: Se impone la transformaciónX: Algunas ideas para una nueva sociedadXI: La empresa de los trabajadoresXII: No, al trabajo compartidoXIII: En el Ecuador hay mucho por hacerXIV: Visión del sindicalismo en el Ecuador