Días felices \ Los usos del orden de la escuela de Chicago al funcionalismo \ Norberto Cambiasso
Material type:
- texto
- no mediado
- volumen
- 9502309588
- 301 C175
Item type | Current library | Call number | Copy number | Status | Notes | Date due | Barcode | |
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Biblioteca UHEMISFERIOS SOCIOLOGÍA | 301 C175 (Browse shelf(Opens below)) | Ej.1 | Available | Acervo General de Libros | 23366 |
1. Nota preliminar 2. Capítulo I. Introducción. Una tradición norteamerica de ciencias sociales 1915-1960 3. Capítulo II. Todo lo que nace se corrompe. El ciclo de la desorganización social en William I. Thomas y Florian Znaniecki 4. Capítulo III. Gangland, o los felices reinos del desvío. De la Escuela de Chicago al Funcionalismo y La Teoría de la Rotulación 5. Capítulo IV. Elton Mayo, el eslabón perdido: Del principio de desorganización social a la sociedad funcionalmente estructurada 6. Capítulo V. Una anomia inerme. El funcionalismo de Robert K. Merton 7. Capítulo VI. Comunicación sin opinión pública 8. Capítulo VII. Conciliación obligatoria. La teoría política del Funcionalismo 9. Capítulo VIII. Religión y cohesión social: Un proyecto inconcluso. El funcionalismo, de Alexis de Tocqueville a Niklas Luhmann 10. Capítulo IX. El redescubrimiento del grupo primario. O por qué todo termina donde nunca empezó
Las aventuras empiezan cuando nos vamos de casa. Desde 1915, la Escuela de Chicago Estudia esas asociaciones riesgozas que son las pandillas, la comunidad de cada esquina, la bohemia de los sin techo, los dancings y el vicio, la huelga o el crimen solidario, y en cada una de ellas encontró, mancilladas pero indelebles, las bien ordenadas formas de las familias y del hogar: el fin de la aventura era recobrar una perdida intimidad cara a cara. Los funcionalistas habrían desalentado la amenazadora espontaneidad de esta sociedad de las sombras si el mundo (Estados Unidos) no fuera el mejor, el más democrático de los posibles. Y al menos hasta 1960, felicitaron a votantes y televidentes por su plácida, inesperada apatía. Eran lo que llamaban días felices.
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