Correr para vivir / De los campos de exterminio de Sudán a las Olimpiadas / Lopez Lomong con Mark Tabb
Material type:
- 978-84-9840-891-1
- 920 1
Item type | Current library | Call number | Copy number | Status | Date due | Barcode | |
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Biblioteca UHEMISFERIOS GEOGRAFÍA E HISTORIA | 920 L846 (Browse shelf(Opens below)) | Ej.1 | Available | 25545 |
Incluye índice
1. ¡Secuestrado!
2. La vida que me robaron
3. Huida con los ángeles
4. Correr a casa
5. Kakuma
6. De Lopepe a Joseph
7. Un nuevo sueño
8. Escribir para vivir
9. Sin despedidas
10. <<Bienvenido a casa, Joseph>>
11. La tierra prometida
12. Niño otra vez
13. Dos sueños, un objetivo
14. 11-S
15. ¡Están vivos!
16. <<De ahí, a las olimpiadas>>
17. El placer de correr
18. Reencuentro familiar
19. Volver de la tumba
20. Correr tras un sueño
21. A la vista
22. <<¡Gracias, América!>>
23. El mayor honor
24. Hacer realidad el sueño de mis hermanos
25. ¡Lo más grande!
26. Epílogo: Seguir corriendo
27. Agradecimientos
28. Índice
Correr para vivir no es solo una historia sobre África ni siquiera un relato sobre atletismo o sobre las Olimpiadas... Es la biografía de un joven que aun teniéndolo todo en contra es capaz de perseguir un sueño a todas luces inalcanzable. En este libro, Lopez Lomong nos cuenta cómo pasó de ser un pobre niño soldado en la guerra civil de Sudán a convertirse en atleta olímpico norteamericano esponsorizado por Nike; de cómo sobrevivió sin familia al terrible campo de refugiados de Kakuma y de cómo logró salir de allí evitando así un futuro abocado a la desesperanza. La vida de Lomong es una prueba de que, en la mayor oscuridad, Dios puede hacer brillar la luz y ofrecer esperanza a los que la han perdido. Un ejemplo de valor, trabajo duro y tenacidad para alcanzar los propios ideales. Lopez Lomong nació en Kimotong, un pequeño pueblo del sur de Sudán en 1985; a los 6 años fue secuestrado por unos soldados rebeldes de los que pudo escapar y llegar a un campo de refugiados en Kenia. Diez años después, se le presentó la oportunidad de su vida y fue adoptado por una familia de Estados Unidos. Allí siguió corriendo como había hecho en África y en 2007 llegó a ser atleta profesional. Ha participado en las Olimpiadas de Beijing 2008 como abanderado, y también en las de Londres 2012. Dirige una fundación para llevar esperanza a su tierra natal.
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